Capitulo XLIII(Sueños impensables)

15/abril/2024

Antiguo puerto de Mazatlán

Pasamos con Aura en el e corto fragmento de playa que ya es seguro, tenía mucho sin ver el mar, así que es un delicioso gusto hacerlo, detrás de nosotros, Valy y su esposo, pasean con su hijo también, Samuel tiene los ojos negros con el humor vítreo azul metálico, como Jonathan y la propia Valeria, eso es una larga historia, así que me quedo mirando el romper de las olas con Aura en mis brazos, y mi príncipe abrazándome por la espalda, recordando.

01/febrero/2021

Instalaciones de investigación Delta
Xibalba, México

Los primeros momentos de intimidad con Jonathan han sido maravillosos, la primera vez estaba asustada pero gracias a la Amantidina y a su ternura, sigo siendo humana y no me ha lastimado, hace poco llego un nuevo asistente de laboratorio, José Manuel es diligente en su trabajo aunque algo torpe y callado, un día me encontró vomitando violentamente en el baño del laboratorio.

-Señorita Valeria, ¿Todo bien?-pregunta nervioso.

-Si…si…no te preocupes-tartamudeo un poco-debe ser efecto secundario de la Amantidina-

Abre los ojos como platos al escuchar el nombre del antiviral, pero antes de que pueda explicarle, aunque no sé como lo hubiera hecho, se escucha el rugir de una motocicleta color vino, lo veo salir disparado hacia afuera después de guardar el delicado instrumental con el que trabajaba, la moto la conduce una atractiva chica de facciones finas y labios delicados pero gruesos, su uniforme y los andares precisos la delatan, es una UICREM, una joven teniente parece por el ribete azul en su hombro, sonrió con ternura y complicidad al verlos alejarse.

05/octubre/2021

Instalaciones de investigación Delta

Xibalba, México

El temor me tiene paralizada a veces los últimos meses, descubrir que estaba embarazada fue un shock impresionante, Jonathan me cuida todo lo posible, como una niña pequeña casi en realidad, aun así tengo algunas complicaciones, los movimientos de mi futuro hijo son bastante violentos, y las nauseas fueron horribles al principio, José Manuel se ha convertido en mi asistente personal cuando Jonathan no está, hoy me ha pedido permiso para traer a Diana al laboratorio, obviamente accedo, parece nervioso en cuanto ella llega, pero Diana parece amable, sin duda hacen una bonita pareja, vestida con la bata regular que todos debemos traer, y los lentes protectores, a pesar de estar en el nivel de baja seguridad, parecen dos estudiantes que visitaran algún laboratorio importante, como yo misma, hace algunos años, antes de la crisis, cuando visitaba las instalaciones del que entonces era el mejor laboratorio del mercado NGL, estoy absorta mirándolos juguetear cuando siento una sorpresiva punzada en el vientre, doy un grito agudo pues me tomo desprevenida y ambos se sobresaltan pues se escucho a pesar de los vidrios protectores, José Manuel corre hacia aquí mientras la chica confundida se queda en la puerta.

-¿En qué te ayudo?-Pregunta imaginando la causa de mi malestar, pues el descubrió mi embarazo.

-Vayan por Gustavo, por Sophie y por Jonathan, esto será largo, quizás muy largo- murmuro aterrada.

-Pero… ¿y tú?- replica Diana, creo que así se llama

Se quita la bata rápidamente, doblándola con la precisa rapidez de todos los UICREM, dejando ver el ceñido uniforme blanco que los caracteriza, resaltando totalmente las formas de su cuerpo, y dándoles esa agilidad impresionante, toma su MP5 de la mesa donde la había dejado al llegar, comprueba el cargador lleno, y los que lleva en la cintura antes de hacerle una seña a José Manuel que la siga, antes que se vayan encuentro las fuerzas para silbar y lanzarle un arma cuando voltea, una vieja escopeta contra elefantes calibre 8 que restaure para Jonathan y guardábamos en el laboratorio para emergencias, un solo poderoso tiro de retrocarga.

05/octubre/2012

Sector 451

Antigua ciudad Juárez

Bajo el intenso fuego de las UICREM, y una pequeña parte de los hemofagos los infectados apenas y empiezan a retroceder, lo que creíamos que sería una operación fácil, nos ha llevado toda la mañana y gran parte de la tarde y no hemos avanzado nada, mientras estamos al pendiente del intercambio de disparos y el correr de los infectados notamos una señal verde en el radar de tierra, tomo los binoculares para confirmar que es, una UICREM y un chico, aun vestido con una bata de laboratorio están atrapados por dos ragnaroks, y una fuerte cantidad de infectados, el fuego de la MP5 de ella apenas repele las garras que intentan atraparles, el aun no dispara, Jonathan con su vista mejorada por su estado, se me acerca y grita con la voz ronca y preocupada, por encima del ruido de los disparos.

-Son Manuel y su novia, debió pasar algo en la ciudad-

-¿Cuántos meses?-pregunto imaginando la situación pues para mí, como su amigo y como científico su embarazo fue una gran noticia.

-Nueve y medio-aclara el con el rostro fruncido, le da un aspecto aterrador.

Maldigo por lo bajo y ordeno a los cazas que esperaban para limpiar el sector aunque fuera un poco con misiles cargados de Napalm y termita, nuestras mezcla especial que den dos pasadas, 10 min, tiempo suficiente, espero  desde el otro lado de la horda de infectados, solo podemos observar, la chica con la agilidad propia de su unidad de elite salta hacia afuera de la efímera barricada disparando a los mutantes, eso desestabiliza a uno de ellos, pero el otro enfrenta a Manuel frente a frente, cerrado los ojos jala el gatillo torpemente, el movimiento de sus manos temblorosas sirve de algo, hace que los 8 pesados perdigones reforzados traspasen a ambos mutantes, pero sigue habiendo infectados, la chica les dispara, y el, desesperado toma una granada de su muslo, sin poder evitar sonrojarse débilmente y lanzándola a los infectados, que estallan en pedazos, ella contenta lo abraza y los veo fundirse en un beso apasionado << novatos>> pienso al ver que la horda se vuelve hacia ellos por el ruido de la granada, vienen corriendo cubiertos por el fuego pesado del cañón 30mm de Jonathan, al llegar, la chica se une a la línea de fuego de los oficiales sin ningún problema, tomando el lugar de Sophie que se acerca a ver qué pasa, el chico solo jadea 3 palabras recuperando el aliento.

-Valeria…los…necesita-

Corremos maniobrando entre las líneas de fuego, detrás de ellas están los oficiales medios de UICREM y Ángela, al mando del equipo de 10 hemofagos que nos apoyaban con refuerzos pesados, le dejo al mando a ella mientras subimos los 5 al helicóptero rápidamente, Sophie es la piloto, mientras nos alejamos la radio suena con la señal de los cazas.

-EMI, fuego a discreción-.

Una tormenta de 10 o más misiles incendiarios impactan la marea de infectados, dándoles a nuestros hombres algunos minutos de tregua

05/octubre/2021

Instalaciones de investigación Delta

Xibalba, México

Cuando  el helicóptero aterriza, corremos hacia adentro, Valeria no tiene pulso pero tuvo los reflejos de tenderse sobre la mesa con las piernas abiertas, la cabeza del niño ya se asoma, púes el vientre de Valy sigue contrayéndose,  recibo la cabeza mientras Jonathan toma la mano fría de su esposa, Sophie y Diana se quedan detrás junto con Manuel, Jonathan impotente al ver a su esposa, muerta seguramente, se vuelve y golpea la pared con sus ojos completamente negros, como los de los infectados fuera de las murallas, y con lagrimas cayendo abundantemente de sus mejillas , Diana saca su arma y le apunta, amartillando el percutor Sophie saca la suya propia y le apunta a ella.

-Soldado, baje su arma, el objetivo es amigo en la mira-reprocha mientras amartilla la su arma

Miro con gesto de cansancio y reproche a Manuel observando la escena, mientras Diana responde sin apartar los ojos de Jonathan

-El objetivo es potencialmente hostil, orden denegada oficial-

Sophie no baja su arma, y es la única razón por la cual Diana no ha disparado aun, Manuel le arrebata el arma a Diana con un movimiento torpe, pero lo suficientemente violento para tomarla por sorpresa, pues en un combate parejo saldría perdiendo.

-¿Qué ibas a hacer?-reclama, abrazándola, pero al a vez, deteniéndole las manos.

-Es un infectado mas-replica ella

Mientras tanto, corto el cordón y al terminar los estudios de emergencia necesarios, lo envuelvo apretado en mantas, pus tira mordidas y se lo paso a Manuel, bien sujeto, el suelta un momento a Diana un momento para tomarlo y ella logra sacar un pequeño revolver de su tobillo, Sophie vuelve a levantar si arma, la de Diana vacila entre Jonathan y el pequeño infectado que se debate en los brazos de Manuel, pero al verlo realmente, como un bebe suave que se calma mientras él lo limpia torpemente, su rostros se enternece al borde de las lagrimas y lo ayuda a cargarlo, Valeria convulsiona y sus ojos, se tornan de un color completamente teñido de sangre Jonathan más tranquilo se fija en ese detalle y murmura.

-Tranquila amor mío, se que aguantaras-

-¿Aguantar qué?-Cuestiono pero el me señala que nos vayamos, casi sacándonos a empujones del laboratorio

-No quieren ver esto, no es agradable-justifica

Sintiéndome como cualquiera amigo o familiar en una sala de espera hospitalaria alrededor del mundo, antes de la crisis, afuera del laboratorio se oyen primero golpes y algunas maldiciones al impacto, cosas rotas, gruñidos en dos tonos y otros sonios de otra clase que preferimos mejor no indagar, después de un par de horas de actividad, se oye la radio, es la voz de Valeria, pero mucho más suave, ronca, casi delicada, me rio un poco al oírla.

-Todo bien Gustavo, solo que ahora somos 3-

Entro a entregarle al bebe, y al salir de la habitación miro hacia atrás, 3 seres hermosos, pero extraños de ojos negros me devuelven la mirada, sonrió, si hasta los zombies pueden tener una familia y ser felices, el mundo aun tiene esperanza.

15/abril/2024

Antiguo puerto de Mazatlán

La risa pura y clara de Aura me devuelve a la realidad y al presente, ella y Samuel se llevan bastante bien, son niños y Aura aun no sabe el terror que se siente al estar en las garras de los infectados fuera de los muros de Xibalba, se que algún día lo sabrá, pero espero que no sea pronto, estremeciéndome un poco por los nervios, pero hundiéndome en el pecho de mi esposito, logro sonreír a mi princesa, mi hija que juega a tirarte agua con un zombie.