5 de noviembre de 2020 04:00hrs
Mercado de tablas,Miravalle,Guadalajara.
Los dias habian trancurrido pacificamente desde el incidente de la horda de zombies, yo pasaba la mayor parte de mi dia en la laboratorio, salvo las comidas; que casi siempre las hacia con Jessy en su cuarto, nuestra amistad florecia como la de los que han compartido una tragedia, hasta el momento todo era pacifico en nuestra base, hoy llueve a cantaros y desgarradores truenos cortan el cielo como si quisiera desgarrarlo,oigo un ruido en en pasillo, saco mi arma de su pistolera colgada de un clavo al lado de mi cama, meto una bala en la recamara y apunto hacia la puerta, que se abre despacio. Es Jessy, en camison y ambos soltamos un grito de sorpresa.
-Tranquilo, soy yo-me dice al ver el arma en mi mano, tiembla y su voz suena llorosa-Perdona que te moleste pero les tengo panico a los truenos-
Yo aun tengo el corazon en la garganta por la sorpresa pero logro contestar.
-No hay problema-le hago espacio en la cama-sientate-
Ella timidamente se sienta a mi lado, por alguna razon me recuerda a un cervatillo asustado que vi en mi infancia una vez.
-Te molesta si duermo aqui, aunque sea en el suelo, pero no quiero estar sola-
-Tu compañia no me molesta, pero duerme aqui en la cama, lo ultimo que quiero es que te nos vayas a enfermar-
Ella dudo un segundo y se bien porque, si aun vivieramos en el mundo que fue antes de la crisis es casi seguro que el 75% de los hombres intentarian aprovecharse de la situacion, pero a mi en su momento ni se me paso por cabeza, quiza vio justo eso en mi mirada pues se recosto a mi lado y se quedo mirandome un momento.
-Intenta dormir-le susurre muy bajito-No tengas miedo yo te cuido cariño-
Debo confersar que el "cariño" se me escapo sin querer, ella me sonrio un momento pero luego note que se estremecia, luego me dijo.
-Tengo mucho frio-
Tenia razon aunque despues de vivir en la cueva toda comodidad me parecia el paraiso, la lluvia habia hecho desender fuertemente la temperatura, sin saber bien porque la abrace sintiendo como se acurrucaba contra mi pecho.
-Duerme bien cariño- le dije y despues deposite un beso suavemente en su mejilla.
Ella se durmio pronto casi tranquilamente, solo se estremecia debes en cuando con algun trueno especialmente fuerte, pero solo se me acurrucaba un poco mas y su respiracion volvia a acompasarse, yo en cambio me quede pensando varios minutos mas, es justo que esta linda chica tuviera que vivir esta crisis solo por la busqueda de conocimiento de los cientificos, en las universidades me enseñaron a perseguir el pensamiento esclarecido, pero, valia la pena, yo encontraba mayor significado en el ritmico vaiven de la respiracion de Jessy, en el tacto de su piel que en todas mis investigaciones y descubrimientos. Despues de reflexionarlo un rato decidi vivir mi vida como aquella chica, en instantes,preciosos e irrepetibles, sin importame demasiado si mi nombre acababa en una placa del premio Nobel, sino preguntandome si algun corazon me recodaria al haberme ido de esta mundo.
Al dia siguiente me levanto temprano y cierro la persiana de la ventana para evitar que Jessy despierte, voy al comerdor y pido las raciones para los dos, este dia debido al frio y a la lluvia hay te caliente y pan recien hecho, gracias a dios habian asaltado un silo antes me mi llegada y habia harina para dar y repartir,
llevo el desayuno a mi habitacion y encuentro a Jessy terminando de vestirse, de nuevo me sonrie mientras sus labios pronuncion un debil,
-Gracias-
Ella se va a su habitacion, no sin darme antes un tierno beso en la mejlla, hoy debemos ir por mas suministros medicos; cosas como cortadas y raspones son comunes en la base y las vendas y las gasas se nos acaban con alarmante rapidez, cargamos un vehiculo, vamos solo el medico y yo.
-Buenos dias, mi nombre es Javier, fui medico militar-
-Buenos dias, soy Gustavo y fui genetista en el viejo mundo-
-Bien entonces eres tu el que trabajas en la cura-
-Por ahora aun intento saber con que diablos estoy lidiando-
El duda bastante, como si quisiera preguntarme algo, pero no se animara, mientras llegamos a una pequeña clinica a las afueras, al final mientras cargamos cajas y cajas de suministros de dice.
-Se que no nos conocemos pero me imagino que entre cabrones se puede hablar sin rodeos-
-Es correcto, que quieres saber-
-Pues en la base se rumoran muchas cosas sobre ti-
-Como ¿que?- esa conversacion no me gustaba nada de nada, iba a haber problemas.
-Pues por principio se dice que formabas parte del proyecto que creo el Abaddon, tambien que te andas metiendo con la hija del jefe-
-Lo primero en medio cierto, mi equipo solo creo los precursores, no tengo nada que ver con el virus en si, alguien corrompio mi trabajo y lo convirtio en la que anda suelto por las calles. -
-¿Y lo otro?-
Pense en decirle que solo era mi amiga, pero me molesto sobremanera la curiosidad morbosa que note en su mirada.
-Lo otro es asunto que no te importa, compadre, eso es entre ella y yo-
No volvio a abrir la boca en todo el viaje, casi no encontramos infectados en el camino y a los pocos que vimos en las calles, enfadado como estaba les avente el auto blindado encima, volviendolos papilla bajo 4 toneladas de puro acero mexicano.

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